19 noviembre 2012

Jose Cano XXXIII

El dorsal. 16 euros + 1 por gastos de gestión por internet. Ahí es nada.

Aunque tenía el tobillo raro y el cuerpo más todavía, ya que tenía el dorsal recogido pues decidí pasarme por la José Cano, "la carrera más rápida de Madrid". "Bueno, ya veremos que no las tengo todas conmigo" iba pensando. Total que pillamos el canasto de las chufas y para allá. Esta carrera va desde el carrefour de las rosas a casi la calle Alcalá, así que conviene dejar el coche en la meta, o te das una paliza de las buenas si tienes que volver, ya que la combinación de transporte público es chunga. Así que decidimos comernos al principio "la aproximación". Entre unas cosas y otras, aparcamos a las... 11:00. Bueno, tenemos media hora ... que la carrera empieza a las 11:30 ... pero claro, hay que llegar, que son casi 7 Km callejeando. Así que hemos empezado ... corriendo. 200 Kcal,  3 Km, ha salido la aproximación.

Ritmo y perfil. tampoco es que me haya cansado, la verdad.
Total, que llegamos corriendo (literalmente) a la salida ... y llegando oimos el disparo de salida. Pues nada, paro el pulsómetro, lo vuelvo a arrancar ... y a correr. Vamos, que hemos salido los últimos, también literalmente. En el camino nos encontramos a Noe y a Raquel, que se estrenaban en esto de las populares (y lo han hecho guay). Yo he ido remontando lo que he podido, pero entre las molestias del pie, la paliza de la semana y la carrerita de calentamiento ... pues no me ha cundido mucho, la verdad.

"Magnífica bolsa del corredor, con medalla, camiseta técnica ... y ya"
Lo que me ha resultado ya un poco de cachondeo ha sido lo de la bolsa del corredor. Vale que te cobren 16 euros mas otro más en concepto de "gastos de gestión por internet" (17 €) que ya me dirás tu, que gastos tiene lo de internet, en fin. Lo que no mola nada es que te vacilen. Por megafonía han dicho, al menos dos veces "y a la llegada podréis recoger vuestra magnífica bolsa del corredor"... y no contentos con eso, que vacilan en la web: "Bolsa del Corredor para todos los llegados a meta con medalla conmemorativa, camiseta técnica ...." y puntos suspensivos, y tanto, cabrones, que lo único que habéis metido de más es publicidad y un gatorade (que patrocinaba). Vamos, que no me lo invento, que lo pone en su web, eh?

Aquí está la magnífica bolsa del corredor. El dorsal y el chip no van incluídos.
La bolsa del corredor era una bolsa de plástico de las chungas atada con un doble nudo, y que incluía lo que veis en la foto, menos el dorsal y el chip. Vamos, magnífica. Ni unas almendras han dado de comer, en fin.

El chip es desechable y RFID.
 Lo único reseñable es el chip, que es la primera vez que me dan uno de estos RFID desechable. Lo pegas en los cordones y queda medio bien, no pesa nada, y mide bien. Así que esto si ha estado bien. Bueno, vamos a por los números: tiempo oficial y por mi pulsómetro: 42:51 lo que hace una media de 3:55 minutos/Km, dejándome el 1188 de 3780, vamos, que estoy como para hacer 34 minutos en la San Silvestre del mes que viene. En fin, ya me puedo ir poniendo las pilas. Aquí están los resultados oficiales.

Cercedilla MTB

El croquis de la ruta
La cosas estas surgen a veces sin pensarlo mucho. En un mensaje, Javi me dice que tiene pensado subir a la sierra a hacer una ruta destroyer. Yo estoy un poco jorobado con el tobillo y una gripe galopante, así que me veo un poco flojeras. Se lo comento a Dani y me dice que se apunta del tirón... así que hago de tripas corazón y me pongo a ajustar la doble, que la cosa pinta con alguna que otra bajada. Pues nada, encima hacemos combo y vamos en la furgo, por lo que montar las bicis en el portabicis es lo más fácil del mundo. En un plis plas nos plantamos en Cercedilla, eso si, verificando que el tiempo se está nublando y lo mismo no hace todo lo bueno que esperamos.

Llegando. Parecía que iba a hacer bueno ... pero se está nublando por la sierra
Nos tomamos un café mientras viene Javi y vamos perfilando la ruta, que la tenemos en papel, como los buenos. Mi GPS está un poco trallado ya y se apaga, así que vamos a ir siguiendo el papel y las referencias que tengamos. Empezamos bien, porque ya en Cercedilla la liamos parda, y un poco mas arriba, donde el embalse, la volvemos a liar, tirando por donde no es, acabamos atrochando quitándonos la parte de la barranca. Eso si, nos subimos un cuestarral hasta Navacerrada de libro, donde ya vamos viendo que la ruta se va a poner delicada. Un par de apretones, y nos plantamos en el camino Smitd sin problemas, donde aprovechamos para abrigarnos un poco (¡ hay nieve !) y comer algo.

Campamento gitano. Merendando en Navacerrada.
Pues nada, empezamos a bajar el camino Smitd, y después de un par de sustos, otro par de talegazos, y un rato bastante molón empujando bici por los escalones que llegan al collado ventoso, conseguimos terminar el camino enteros, pero algo embarrados.

Rober no dejó de sonreir en toda la ruta, si señor.
Una vez en el collado ventoso, decidimos bajar por la derecha. La cosa está en que cuando llegas a la bifurcación del camino Smitd que te manda al collado ventoso o al puerto de la fuenfria, lo que hay que hacer es tirar hacia el puerto, porque si bajas desde el collado ventoso, te comes una pedrera de libro. Pero pedrera pedrera ... vamos, que lo razonable sería bajarla andando, no digo más.

Haciendo no-se-que con unas bridas. Vamos, descansando
Un poco más de pista por la carretera de la república, y llegamos al puerto de la fuenfría. Desde aquí, comemos algo y tiramos al collado de Marichiva, para bajar por unas pistas muy divertidas (con alguna que otra piña espectacular de Javi que nos deja un poco asustados) hasta una valla metálica, que cruzamos siguiendo la senda del Arcipreste, para acabar en la carretera que sube al Alto del León. Antes de llegar a la carretera hay una senda que sube directamente al puerto; es más corto, pero dudamos de que sea ciclable ... así que ahí cada uno...

Rober va notando los esfuerzos.
En el Alto del León empieza la fiesta. Rober va el último y se pasa mientras nosotros comemos algo junto al restaurante. Bajamos a buscarle, pero él ha tirado más y no le vemos. Se come el bocata, se harta de esperarnos (y como lleva el mapa) tira por la pista que le deja en Cercedilla. Pero claro, nosotros de eso, no sabemos nada. Después de un rato esperándole y bajando a buscarle, decidimos bajar... pero no damos con la pista buena. La desviación correcta es la pista señalizada con un hito grande, justo al kilómetro del puerto. Si tiras dos, y coges la pista asfaltada, vas a dar a la estación de tablada... y ahí empiezan los problemas.

Los tres recios de los pedales.
Pues nada, intentamos orientarnos un poco ... pero nada. Tiramos al lado de la vía del tren, encontrándonos a algún cazador que nos mira con cara de pocos amigos, y pasamos algunos taludes que dan algo de vértigo ... pero tras andar un rato (que bien pudieron ser un par de kilómetros) llegamos a un cruce con una pista en un estado así-así que baja hacia la civilización ... así que por ahí tiramos.

Hombre, la verdad es que estamos pillando un poco de barro, y tal.
Un poco de pista descompuesta con alguna que otra rodada, nos deja en una urbanización pasada los Molinos ... seguimos llaneando por la carretera ya un poco cansados pero viendo Cercedilla a tiro de piedra, así que apretamos los últimos kilómetros...

De bajada hacia el puerto de la fuenfría
... y Javi se vuelve a calzar una piña de las míticas. Al principio me echaba la culpa a mi porque decía que frenaba muy rápido y tal, pero la verdad es que la cosa tenía pinta a que bloqueaba la rueda delantera y salía por arriba. Un high-end de esos que dicen los de las motos. Pues de esos tuvo tres. No me extraña que le doliera la vida. Luego tras revisar la bici en casa y mirarla me comentó que tenía el pistón movido, y cuando frenaba se quedaba clavado sobre las estrias del disco ... miedo miedo. Así bloqueaba, claro.

Esta vez nos la hemos dado buena de verdad. 

Tras unas cuantas piñas, algo de barro, frío, unas pedreras de las buenas y perder a Rober, llegamos a Cercedilla, y nos lo encontramos allí tranquilamente. La pista buena te deja en Cercedilla, todo cuesta abajo, como un señor. El que sabe, sabe,  y el que lleva el mapa, más. Jarrita de cerveza con limón, y para casa. Una buena ruta en mejor compañía, que habrá que repetir, ya sabiendo que somos todos unos recios de flipar.


El video resumen

02 noviembre 2012

Cadalso de los vidrios en top-rope

Vistas desde el pie de via
Pues nada, otro día al "lío". Esta vez, Cadalso de los Vidrios. Un pueblecito al Sur-Oeste de Madrid, justo al entrar en Pelayos de la Presa, tomamos la circunvalación que sale a la izquierda, y seguimos por la carretera de montaña hasta cruzar la general. Tiramos para Cadalso, y la segunda salida que encontremos a la izquierda, la tomamos. Seguimos por una pista de tierra ... y dejamos el coche. Las indicaciones "fetén" las tiene Braulio en su blog.

Paloma apretando en las placas
Tras unos diez minutos por senda cómoda, llegamos a la primera parte del "Lanchón de los Bueyes" que es como se conoce este risco en Cadalso de los Vidrios. Las primeras vías son algo cortitas, pero a medida que vamos andando nos encontramos la parte cinco estrellas del sector. La roca es granito noble, con regletas netas y adherentes, con predominio de la placa vertical. La equipación es muy buena con parabolt, y las chapas alejan lo justo.

Raul terminando el 7a+
Pero ojo, es una escuela recia. Los Vs hay que lucharlos y los 6a's aprietan y las chapas alejan. Muchos pasos de fe pedricera con muro vertical harán que nos apretemos las cachas a la hora de darle a estas vías. Hice un V de primero con las chapas puestas, las tres primeras cintas de un 6a/6a+ (como viene siendo costumbre) y el resto en top-rope (una mezcla de 6b, 6b+ y 6c). A la última que le dimos (una vía que tiene una entrada en placa sobre regletas y luego una fisura) le puse casi todas las cintas, pero llevaba ya el dedo del deo del pie fundido ... y me tuve que bajar. El Capitán Excusas me van a empezar a llamar, ains.

Raúl pasando la panza del 7a+
El que estuvo fino fue Rául, que se hizo todas de primero, y se llevó un buen manojo a vista, entre ellas un 6b+ peleón. Le pegó un tiento al 7a+ (el de las fotos) y apretó bastante abajo, pero es que el grado está duro, y las vías hay que trabajarlas. Una buenísima escuela para apretar, con un pie de vía planito y majo para estar. De hecho es tan majo que ayer estaba plagado de escaladores (en parte por la cercanía a Madrid). Eso si, cuando hace frío, hay que abrigarse, porque sopla el viento que alucinas. Como bien dice Braulio (el equipador de la zona) no está de más tomarse un café en el pueblo o comprar el pan (o comer, si vaís "to locos") para colaborar con la economía local (y disfrutar también del entorno rural del pueblo). Una escuela a la que volveremos sin lugar a duda. Los croquis los ha puesto Braulio en su blog, aunque están algo desactualizados porque ahora hay (bastantes) más vías.