03 diciembre 2012

Adherencia Recia

El super grupo
No teníamos claro que íbamos a hacer el fin de semana, al final un par de llamadas y coordinamos una salida pedricera a las placas del Halcón, a darle un poco a la adherencia. Fernando quedó con unos amigos de su club, y por nuestro lado, aparecimos los de siempre, aunque Raúl llevaba el vicio en el cuerpo y quería ir a apretar a muerte a alguna zona con algo de grado.

Nosotros llegamos y pensado que era pronto, nos apretamos un cafelito en casa Julián con un sobao que era como una plaza de toros. Algo de comer para entrar en calor, porque afuera marca -3 ºC ... la temperatura ideal para encadenar. Estamos un poco al loro, y al rato veo a Fernando. Me dicen que está en el bar de al lado, así que vamos para allá. Bar más que recomendadísimo, además.

Llegamos, nos presentamos, y para arriba que vamos. Los amigos de Fernando son unos recios de los de verdad, no como nosotros, así que cojen la senda para las placas del halcón, y tiran para arriba como gato que trepa una olla. Vamos a buen ritmo y nos plantamos a pie de vía en nada.

Ahora sonríe Fernando ... :-D
La idea es hacer las vías del contrafuerte situado a la izquierda de la "chad", "pequeño y tumbado big wall", etc. En general son vías de varios largos, con un equipamiento bueno (hay parabolt, hay spit) y la distancia a los seguros pues está entre justa y alejes con corrientes de aire. El grado no es muy duro (entre el IV y el V+) pero conviene llevar el rollo de la adherencia bien interiorizado.

Dándole a la primera vía que monté

Mientras hablamos y tal, Carlos se mete a saco en la vía de la derecha del todo, y no nos da tiempo ni a elegir. Las cordadas se ponen a escalar frenéticamente ... asi que yo directamente cojo la que tengo delante, y para arriba. Es el primer largo que hicimos Fernando y yo este verano cuando subimos para arriba. La mía no da mucha guerra, tiene la entrada delicada, y un bombe arriba que se resuelve sin mucho problema. Es la que surca el espolón del centro.

Sale un poco sería, pero era por las vistas :-)
Fernando empieza por la vía justo de la izquierda (IV+) pero tiene algún que otro problema con los gatos y se mete un par de resbalones de antología, lo que hace que suba con un poco de "yuyu". Para más "inri", la vía tiene un aleje arriba de los de contener la respiración, y sus gatos resbalan de lo lindo. Así que aún con más miedo que vergüenza, sube y monta la vía. Raúl corrobora que aunque el grado es fácil, el aleje es molón y la roca resbala un poco.

Raúl asegurando
Cuando nos queremos dar cuenta, ya tenemos montado todo el paño, y solo hay que ir repitiendo las vías. La verdad es que mola escalar con las cintas y las reuniones montadas. Bea se lanza y hace la vía de al lado de primera y la verdad es que bien. No es que sean muy difíciles, pero la adherencia es como es, y hay que trabajarla.

Bea dándose la vía de primera.
Mientras Raúl y Paloma dan buena cuenta de las vías que van quedando, y yo me subo a hacer un par de fotos desde arriba, para que salga alguna cosa curiosa (por aquello de que no sean siempre fotos de culos). Así que pillo a Carlos montando la vía del centro, y sale alguna cosa maja.

Carlos. Menudo recio está hecho!. Al fondo la Camorza.
Ya van quedando pocas vías, y nos arrimamos al lado de la izquierda, donde está la vía 5 estrellas (vía láctea, creo que se llama). Un V+ mantenido con los seguros justos y un fin de fiesta alegre, con un aleje de unos 8 metros hasta la reunión. (Ojo que hay que hacerla con cuerda de 70 ... y llega justa).  Lo montan sin problemas mientras disfrutan.

Posando para la foto
Esta última vía la pego en top-rope porque ya tengo los pies al jerez y la verdad es que me llevo un buen sabor de boca. Esta hay que dársela de primero para encadenarla, porque la vía es un 5 estrellas de verdad.

Hacia la encina (la vía va por debajo)
A las dos mas o menos guardamos los bártulos y tiramos para el bar donde nos tomamos la cerveza de rigor  y disfrutamos del pincho de butifarra, tortilla y chorizo que nos pone el dueño del bar. Raúl y Paloma siguen con el veneno en el cuerpo y vuelven a subir a probar alguna vía un poco más dura. Nosotros tenemos que bajar a Madrid, así que cada mochuelo, a su olivo. Un gran día de actividad rodeado de gente majísima. Habrá que repetir !

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