26 agosto 2013

Ferrata de los Llanos

El croquis y mas info en la página oficial.
Y para ya terminar el post de la expedición a Cóbreces, nos quedaba hacer la Ferrata de los Llanos (también conocida mejor como la ferrata de Camaleño, que es donde está). No hay que confundir esta ferrata con la de la Hermida, porque aunque andan más o menos por la misma zona (esta está un pelín más lejos, justo al final del desfiladero) esta última es mucho más vertical y deportiva que la de la Hermida. Total, que para allá que fuimos...

Alex, Ana y Bea en los primeros resaltes.
El tiempo en el Norte ya se sabe, así que llegamos con sol y se puso a llover. La cosa parecía que no iba ir a más, así que nos tiramos a la piscina y nos metimos en la ferrata.

Final del primer resalte.
No estamos locos: la ferrata se encuentra estructurada en tramos y en el primer resalte encontramos dos posibles escapes. Así que pensamos que si se ponía a llover, pues nos salíamos andando y punto. Y eso hicimos. El primer tramo es de iniciación y tiene algún paso raro sobre roca, en el que Ana nos dió algún susto, pero nada serio.

Fernando el la cima del primer resalte.
En este caso David no se pudo meter porque tenía unas rozaduras algo terribles en los talones, así que Fernando, que no es de mucho ferratear, se quedó abajo y aprovechó para subir andando hasta la cima del primer resalte y pasear por la zona.

Segundo resalte.
En el segundo resalte la cosa se pone "tiesa" y da comienzo la verdadera ferrata. A más o menos la mitad de la pared, encontramos dos posibles rutas. Si vas a la izquierda haces el puente tibetano espectacular, y si tiras recto sales por un pequeño extraplomo. La cosa es que lo fácil es por la derecha, y lo "difícil" va por la izquierda.

Victor y amigas. No dejéis de leer su blog!
En el tibetano nos encontramos a un grupo de dos chicas guiado por un chico que parece que controla así que como no llevamos prisa, aprovecho para hacerles alguna foto y charlar con ellos mientras el chaval sube y las asegura desde arriba. A las chicas no se las ve muy cómodas (y la verdad es que tiene un patio que da cosilla).

Victor y amigas. No dejéis de leer su blog! (esta en vertical)
Una vez que salen por arriba y dejan el tramo libre, me pego el puente (que la verdad está muy bien montado, aunque la linea de vida va muy arriba y te hace falta alargarla bastante para poder chaparla) y aprovecho para hacerle fotos a Alex y Ana. El puente es muy bonito y la sensación de vacio es bastante grande, la verdad.

Alex en el tibetano. Le costó pillar el aire, pero se lo dió como un señor.
Cuando llega Alex le tiro un par de fotos y sigo para arriba, porque aunque ya estamos en los tramos finales de la ferrata, aquí desploma un poco y no podemos pararnos mucho. A parte hay que dejar el tramo libre para los que vienen del puente (Ana y Bea).

Ana en el tibetano vigilada por Bea
Cuando voy subiendo una de las chicas ha pasado mal por el cable y al ir asegurada por arriba, ha liado la cuerda y tiene que destrepar. La ayudo un poco a tranquilizarse y a finalizar la maniobra, y sin mas incidencia subimos arriba y disfrutamos de las vistas, mientras que charlo con el grupo y espero a Alex, Ana y Bea que están terminando el tramo.

Vistas desde abajo
Resulta que "el chaval" es Victor Sánchez guía de escalada, espeleólogo, barranquista... en fin, un máquina, a parte de muy buena gente. Si necesitáis un guía por la zona de Asturias, él es vuestro hombre sin duda alguna. Tras apuntar los correos y hacernos algunas fotos, nos bajamos de la ferrata siguiendo el camino balizado, aunque nos perdemos un poco en el último tramo y salimos justo en los coches tras jarear un poco. En total desde la cima de la ferrata (la cual tiene un banco por si quieres merendar disfrutando de las vistas) serán unos 20 minutos como mucho.

Foto de grupo en la cima
Una ferrata que tienes que hacer. Si solo puedes hacer una, entre la Hermida y esta, hazte esta que te va a gustar. Un caracter mucho más deportivo, equipación de primera y unas vistas increibles del macizo Oriental de Picos. Eso si, es un poco corta, pero bueno, no se puede tener todo. Con las mismas, guardamos las cosas y tiramos para casa, porque tras cenar en Tramalón (donde nos pusimos como el TriquiTraque) guardamos las cosas ya que al día siguiente tirábamos para madrid, dando por terminada la expedición a Cóbreces. Tengo que agradecer de todo corazón a Ana y a Fernando su hospitalidad, amistad e infinita paciencia, porque la verdad es que son dos encantos. ¡¡ Muchas gracias !!

Video Resumen

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