02 febrero 2014

Morezón con esquís

Empezando (A la altura del pluviómetro)
Ayer la verdad es que no estaba el horno para bollos, que diría un pastelero, pero como el vicio es muy grande y total, ya estábamos en la plataforma, pues ale, nos pusimos los trastos  y tiramos para arriba. El día estaba bastante malo, con fuertes rachas de viento y un agua nieve que no ayudaba a acabar de entrar en calor, pero bueno, entre pitos y flautas empezamos la temporada a las 11 de la mañana, como los domingueros finos.

Parece que está refrescando. De los pocos momentos en que se veía algo.
Nada mas pasar el pluviómetro la cosa se empieza a poner fea; se meten las nubes y empieza a soplar con fuerza de verdad. Hacemos una parada y nos ponemos el chubasquero, las gafas de ventisca y para arriba. La nieve está muy dura pero vamos subiendo, hasta llegar más o menos a la mitad de la loma tras dejar el prado de las pozas a la derecha, donde la nieve se vuelve directamente hielo y nos toca apretar un poco la cacha para seguir subiendo. A todo esto miro el GPS y se había quedado sin pilas, así que genial. La ruta sale de la plataforma, sigue por el camino hasta el prado de las pozas para seguir por la loma izquierda hasta superar un collado. Desde aqui perdemos un poco de altura y ganamos el hombro, desde aquí subimos la pala buscando la cuerda recto y luego la seguimos para llegar a la cima. La vuelta es por el mismo sitio (todo bajada).

Dani peleando contra los elementos
Total, que más o menos en el antecollado donde sale la rampa para el morezón, Dani se pone las cuchillas y yo aplico toda la (poca) técnica para subir sin ponérmelas. En las dynafit el tema de las cuchillas da un poco pereza, y eso unido a que llevo unas pieles mixtas … pues eso, que me toca apretar. Sin pasar excesivas penurias llegamos al antecollado y nos toca perder un poco altura para remontar por la huella hasta el hombro de la pala del Morezón, y bajamos como nosotros sabemos: rodando y resbalando. Menos mal que ahí no hay mucha piña y nos reimos...

De las pocas fotos buenas que me ha hecho el Dani.
Desde el hombro ya es más fácil. Aqui la nieve está mucho mejor, y encima el día se abre y deja de soplar (tanto). Así que sin mucho problema alcanzamos la cuerda y desde allí, la seguimos hasta la cima del Morezón, desde donde disfrutamos de unas vistas espectaculares. Nos preparamos para bajar con cuidado para no liarla con las focas y eso, y hacemos las fotos de rigor con el Almanzor al fondo, y todo el circo. La verdad es que se ve que hay poca nieve, todo hay que decirlo.

El Amanzor, el perro que fuma y el cuchillar
Cuando estamos arriba llega un señor muy simpático de Valladolid, que nos cuenta un par de sitios para bajar. Tras charlar un rato con el, ya nos cuenta que bueno, que el entrenaba, luego que competía, y luego que en el tiempo que nosotros habíamos subido una vez, el había hecho tres veces cima. Y lo peor es que es verdad, porque le vimos salir delante de nosotros. Nos explica el tipo de piel de foca que hay que llevar en cada caso (ahí es donde vio nuestros profundos conocimientos, cuando preguntó qué tipo de focas llevábamos; Dani dijo Pomoca y yo "una de topos", en fin) y luego se tiró como un cohete para abajo. Viéndole bajar la verdad es que parecía que la nieve estaba bien y todo.


Dani haciendo el cambio de subir a bajar.
Nos terminamos la barrita y empezamos la epopeya de la bajada. La pala del Morezón bien porque no estaba la nieve nada mal, pero en cuanto empezó a aparecer el hielo, hicimos bastante esquí de superviencia. Sin caernos llegamos a la altura del pluviómetro… y ahí es cuando empezamos a liarla. Inaguré yo el marcador con una piña bastante mítica por crecerme, pero luego Dani rápidamente me iguala e incluso me supera 2-1 con un par de piñas bastante absurdas, la verdad. La parte más dificil de toda la ruta fue esquivar a todos los zombies que habían llenado el camino desde el pluviómetro hasta el parking. La verdad es que no se como no pasan más accidentes, porque estaba lleno de gente tirándose con el trineo entre las piedras y el hielo sin ningún control. Al final nosotros 1330 KCal en 3 horas y algo. Una ruta muy fácil para empezar la temporada, a la par que disfrutona, aunque el tiempo al principio no acompañó mucho.


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