Comienzo del Salto del Cárpin
El lunes 25 aprovechamos el último día de vacaciones para subir a hacer el salto del carpin. Este barranco puede considerarse una gran vertical, ya que posee tres rápeles encadenados que sobrepasan los 100 metros. La aproximación se hace desde el puente de los abetos, que cruza la pista que lleva a San Nicolás de Bujaruelo. Desde este apartadero, cruzamos el puente y andamos por el camino de la margen derecha orográfica, siguiendo el GR11 hasta que encontramos un indicador que nos señala el collado del cebollar. Tras 1 hora y cuarto de subida mas o menos tendida, llegamos a la parte mas alta del cauce, y donde se ve el gran hito, entramos al barranco para cambiarnos y comenzar el descenso.
La primera parte, conocida como barranco del cebollar, está formada por un barranco encajonado en caliza con unos cuantos rápeles verticales muy interesantes. La equipación del barranco en general es buena, aunque quedan algunas reliquias vetustas de las primeras aperturas que hacen que te entren algunos escalofríos que otros. A medida que descendemos, el barranco se encajona y gana verticalidad, hasta llegar a la gran poza colgada en la que da comienzo el Salto del Carpin.
Rapelando hasta la repisa
Desde esta poza tenemos varias opciones para bajar (ver croquis). Nosotros tomamos la linea izquierda (orográfica) por lo que hay que hacer el pasamanos hasta la reunión y desde ahí bajar hasta la reunión de las terrazas. El pasamanos tiene tres cuerdas y un cable de acero de 3mm deshilachado, que da bastante, pero bastante miedo. Arrastrándonos como podemos, sale Jéssica a la reunión, seguido de Dani que monta el segundo rápel. Salgo el último, y en el primer rapel monto el pato. Error, porque roza mucho y se bloquea, lo que hace que el primer rápel sea un poco complicado.
Vista desde abajo del último gran rápel volado
Desde la segunda instalación, rapelo otros 40 metros hasta la gran repisa, pero me tengo que parar para deshacer el lio de cuerdas que se ha formado al tirarlas. Sin mucho problema, nos plantamos en la gran repisa y nos reagrupamos. Desde aqui, montamos el gran rápel de 60 metros sobre un bloque con la reunión más mala que he visto en mi vida (cintajos y anillas caseras) y hacemos el último gran rápel, con una parte volada que es muy espectacular. Una vez abajo, nos subimos lo más arriba posible para recuperar las cuerdas, recogemos y para Madrid. Un gran fin de semana barranquista, sin duda!
Croquis sacado de Barranquismo.net