19 junio 2013

Aguas bravas sin agua: Puentearco a Burgohondo (1.9cumecs)

Pero que guapo salgo siempre, madre mía
Como Dani tiene mas vicio que una puerta vieja, y yo no me quedo atrás, subimos a darle al tramo un poco más alto del Alberche: el tramo de Puentearco a Burgohondo. Un tramo de grado III con dos pasos muy chulos (el cabezazo y la isla) pero que con el nivel de agua que lleva (1.9cumecs) lo más seguro es que rasquemos piragua y porteemos. Pero como ya estamos aquí ... vamos a probar a ver. Es el segundo día de Dani y le comento que en la parte de arriba hay unos sifones. Pero tras echarles un ojo, vemos que el nivel está muy bajo y ya no llega ni el agua ... así que empezamos.

Material listo para darle.
Le digo a Dani que se lo pegue de primero y yo le aseguro con la cuerda de rescate. Como el Demon flota bastante, pasa sin problemas por las piedras. Después voy yo con la dominatrix y la primera en la frente: me llevo puesta la primera piedra del giro al no ceñirme mucho a la derecha y para variar, vuelco.

Autorrescate en el rápido.
 Intento el esquimo, pero no me sale, y acabo saliendo del barco. Total, que nado el rápido entero, llego a donde está Dani, y decido volverle a dar ... que no se puede empezar volcando.

Aqui ya pasando como un señor por el rápido.
El tema es el de siempre: decisión, olvidarse de que vas a volcar y visualizar la trazada. Es más o menos que como con la bici. Ahora paleo fuerte, me pego a la derecha e intento trazar. El tema del kayak es que es poco intuitivo y hay que aprender a sentir la corriente para llevar el barco. No es un tema de remar con los brazos como si fueras un palista. Es un tema de llevar el barco con todo el cuerpo, y hacerte uno con el río. Joder, que profundo esto. En fin, que me doy el paso sin sustos, que es lo suyo.

Dani haciendo una candeleta en el paso.
Seguimos bajando y nos encontramos una primera represa con barras metálicas tras pasar la primera lengua (no recuerdo que estuvieran ahí cuando vinimos la primera vez). Dani sigue disfrutando, aunque se salta casi todas las contras. Es normal porque es la segunda vez que monta... pero se le va  viendo color al asunto.


Desembarcando con el módo rápido.
En los platos Dani aprovecha para empezar a familiarizarse con el tema del esquimotaje, así que lo que hacemos es que me pongo a su lado con el barco y le explico lo de agarrarse a la proa para apoyarse y salir.  El tío lo pilla rápido, aunque las primeras veces corro serio riesgo de vuelco, porque aprieta con los brazos como si no hubiese un mañana. Pero se va acostumbrando y relajando y al final le va medio saliendo el tema de voltearse sin quitarse el cubre. Cuando nos acercamos al paso de la isla, decide probar a esquimotar con el remo, pero obviamente no le sale y se quita el cubre. Esto la verdad es que se le da bien, y está genial, porque lo tendrá que utilizar más adelante.

Dani bajando un rápido rascón
Y con estas que llegamos al cabezazo. Me bajo yo primero para poder portear a Dani en caso de que pase algo, y la verdad es que está algo bajo de agua. Paso bien los giros pero en la salida hago un splat accidental contra la piedra y vuelco. Sin problemas esquimoteo y me salgo por la derecha a ver que tal baja Dani.

Dani enfilando el cabezazo
No me cansaré de decir que lo bueno del Demon es que flota como un demonio. Y eso le está viniendo bien a Dani. Le explico que hay que darlo por la derecha para luego hacer un viraje rápido hacia la izquierda y meterse en agujero. La verdad es que lo hace fenomenal, y pasa bien los bloques. Pero cuando va a hacer el viraje duda un poco y desacelera el barco, lo que hace que se lo lleve el agua y baje algo descontrolado. Un caballito raro y un giro hacen que termine el paso mirando para abajo pero sin problemas. Se ha dado su primer paso de III !. Aprovecho para volver a embarcar (y darme un par de toñas) y seguimos para abajo...

La isla con poco agua.
Y llegamos a la Isla. Desembarcamos y vamos a mirarla ... y casí, casí, le damos. El problema es que la recepción está bajísima y corremos el peligro de caer de lado y partirnos un brazo contra el fondo (no debe de haber mas de una cuarta). Total, que despues de verlo Dani se mete en el agua para comprobar el fondo y vemos lo evidente: que no cubre. Aprovecho para afotarlo ahí plácidamente mientras disfruta del río. Así que subimos y porteamos los barcos hasta abajo (por la izquierda tampoco hay manera) que resulta ser una cosa algo dura. Total, que casi hubiera sido mejor bajarlo y que fuese lo que dios quisiera (es broma).

Ahi, sifonado en un tronco de 5cm y con 10cm de agua.
A partir del cabezazo hay menos agua si cabe, y encontrar la linea de descenso se está volviendo una cosa bastante complicada, la verdad. Total, que en una de estas intentamos pasar por encima de unas ramas (no llegan ni a tronco) y bueno, pues me volteo y paso ahí unos segundos raros. No cubre y no quería bajarme del barco, así que forcejeo un poco y al final salgo con la pala. Pero viene bien la enseñanza para cuando la cosa sea seria. La Dominatrix tiene demasiados ángulos y para estas cosas no es buena, como comprobaré más adelante en mis propias carnes.

Y como no hay dos sin tres... encorbatado.

Total, que seguimos bajando y pasa lo que tiene que pasar, que llegamos casi al final del tramo y en una piedra con mala leche en un escalón, hago un pin y me quedo medio encorbatado. La cosa empieza a ponerse seria en cuanto se gira la dominatrix y empieza a tirar para abajo y no puedo salir aguas arriba, asi que tiro del cubre e intento sacar las patas del barco... y empieza a ponerse complicado. Me preocupo de verdad y me meto un poco de caña, y al final entre forcejeos y un poco de susto, salgo. El problema aquí no es tanto que te ahogues, como que te dejes una pierna dentro del barco y que la fuerza del agua te retuerza y te doble (o peor aún, te parta) una pierna. Muy feo. Pero vamos, que se queda en un susto y todo sirve para aprender. Sin más historias, llegamos a burgohondo y desembarcamos.

Preparando la Cannondale de Rubén Pozón ...

Y aquí es donde viene lo bueno. Pues resulta que de Puentearco a Burgohondo hay una buena tirada pateando por la carretera, así que gracias a la esponsorización de Rubén Pozón, dejamos previamente una bici plegable atada a un banco en el desembarco. La idea es volverse a por el coche con la bici plegable, ahorrandonos la pateada loca por la torraera mítica que estaba cayendo.

Wheelie (caballito) con neopreno y escarpines.
Y qué decir. Éxito total. Aunque en un primer momento no apostaba mucho por la solución (por aquello de la frikidad y bizarrez, que es bastante gorda, todo hay que decirlo) tengo que reconocer que la cosa funcionó a la perfección y nos ahorramos una buena pateada. Una solución imprescindible que saldrá con nosotros a partir de ahora siempre que llevemos un solo coche. Como siempre, un día genial en lo que lo pasamos muy bien y disfrutamos como unos locos del veneno este que tienen los barquitos y el agua.


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17 junio 2013

Canal de Cuenca: Revolcones a granel

Que bonico es Cuenca con el Jucar
Y Volvimos al canal de Cuenca, después de un montón de tiempo sin ir por allí, y al final no haber renovado el segundo trimestre del curso, por unas cosas o por otras. En fin, una lástima porque lo pasábamos muy bien, pero bueno, llegamos y estaba por allí Pablo, así que charlamos un rato y nos echamos al agua, ya que estábamos preparados.

Vistas desde el barco
Para calentar un poco tiramos para la presa remontando el río y porteamos la presa aguas arriba. Los pescadores nos miran un poco raros, pero bueno, el río es de todos, y todos estamos federados... pero bueno, intentamos no molestar y paleamos para arriba hasta pasar el restaurante del río. No huele muy bien, no sabemos si porque estaba muy bajo ... o porque vierten directamente al Júcar ... en fin. Total, que damos la vuelta y tiramos para abajo, para meternos en el canal.

Apoyo raro.
Enjareto a Bea la cámara para que me saque alguna foto ... que nunca tengo. Total, que bajamos hacia la presa y decidimos bajarla por la rampa. No hay mucho agua y se ven bastantes piedras, pero la lengua es clara y le digo a Bea que le de. Dice que no tiene el día y me la pego yo ... y la verdad es que está bajo y rascón ... pero bueno, ahí le doy. La doy atrasado y con la pala en alto. Fatal, vaya. Abajo coincidimos con Pablo y gente del curso y nos comenta que los pescadores no están muy felices. Así que tiramos para el canal.

Posando como un señor en una de las contras del canal.
Estamos un ratillo practicando bacs, tomas de corriente y entradas en contras. No hay mucha agua en el canal y afloran las barras, y bueno, la lengua central baja rápido y forma unas paredes de contra no muy pontentes, pero como canaliza, hay que tomarlas bien. Al final entre pitos y flautas, perdemos un par de contras y nos toca bajar el canal. Bea se aventura y pincha en el gran giro (el ojo de sauron, por los locales) yo voy detrás ... y pincho igual. Ni esquimotaje ni nada. Nos llevamos todas las piedras del canal puestas y salimos a cuatro patas. Para colmo Bea intenta cruzar y por no palmar la pala, me bajo con ella hasta abajo, haciendo hidrospeed con una cuarta de agua. Me llevo unas cuantas piedras ... pero me sigue encantando el canal.

A la segunda va la vencida
Total, que vaciamos los barcos y le digo a Bea que si le damos otra vez ... pero Bea no tiene el día (al final se ha nublado, hace fresquete y encima la nadada con poca agua no nos ha sentado del todo bien) y decide salirse fuera a hacer unas fotos. Así que me cargo el barco al lomo ... y le doy otra vez. En esta ocasión busco mas la línea, paleo fuerte y entro bien, así que me quito el colchón y paso como un cohete por el ojo. Sin problemas termino, desembarcamos ... y para casita, que hay hambre y frio. Como siempre el canal siempre deja buen sabor de boca !!.


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10 junio 2013

Bautismo Acuático: De como Daniel se volvió Kayakista

Aun con la cara de asco que está poniendo, disfrutó como un enano.
Hay cosas que se llevan en la sangre ... y el veneno del agua es fuerte y habita en Daniel. Ya lo demostró con los barrancos, así que era el momento de probar con los barquitos. De hecho el que me metió en esto fue él, porque no paraba de comerme la oreja con lo de "como tiene que molar el kayak". Pues ale, aquí estamos. Nos vamos a Navaluenga a hacer el tramo de Navaluenga-Burguillo (como siempre, la referencia es Kayak Spain Guide) con 2.08cumecs, es decir: nada. Pero mejor que esté rascón que ahogarnos, no?

Imagen de archivo: así no hay manera.
La última vez que intenté liar a Dani para probar fue el verano pasado, cuando compramos los Riot. Dani es un tipo grandote, y tenía (muchos) problemas para entrar en el sniper. Tanto que no entraba y tuvo que probar haciendo la canoa. Total, que no fue una experiencia muy buena y tenía miedo de no poder entrar. Pero como me compré el Demon que es como un transatlántico pero verde, no tuvo problemas de meterse dentro. Lo ajustamos bien ... e incluso quedó un poco suelto.

Coño, así si, eh ?

Total, que la idea era darle un poco en el plato de Navaluenga, y tomar algunas corrientes para ir pillando el aire a esto del kayak y sus 15.000 maneras de morir. Pero a los 10 minutos (que yo creo que ni llegó) vemos que Dani le tiene pillado el truco ... y decidimos bajar el tramo. Le aviso que vaya detrás y que tenga cuidado, y de este modo nos bautizamos ambos: yo me marco mi primer descenso guiando, y el se marca su primer descenso en kayak. Menos mal que lo de quitarse el cubre y salir por patas lo tiene claro. Así que allá vamos.



El Alberche va realmente bajo, pero nos viene bien para poder mirar los pasos con tranquilidad y que Dani se vaya familiarizando un poco con el barco. Lo bueno del Demon es que flota un montón y la forma de la proa evita que se clave en las piedras (ver el video para ver el contraejemplo con la dominatrix). Total, que vamos bajando y disfrutando como unos enanos en los poquitos tramos que encontramos con "rápidos".

Algún susto nos damos en los rápidos de conducir
Esto del kayak tiene bastante más tela que cortar que la de subirse en el barco, como Dani descubre al intentar conducir el kayak cuando la cosa se pone  "seria". Baja un par de resaltes del revés (popa delante, no volcado) y se lleva algunas ramas de florero ... pero sin problemas. Vamos encadenando el descenso a buen ritmo, haciendo fotos y enseñándole lo poco que se de palear ... que es nada y menos.

Boofing the rocks!

Y en una hora y poco llegamos al desembarco, no sin antes Dani pegarse un "boof" entre dos piedras y la posterior recepción que casi le tira. Pero bueno, le volvió a salvar la flotabilidad del demon. Justo antes de desembarcar, le digo a Dani que pruebe a volcarse y a quitarse el cubre. Tras unos segundos de desconcierto, se lo quita sin problemas y sale del barco. Descubre dos cosas: que debajo del agua la cosa cambia mucho, y que el barco lleno de agua pesa como un buey en brazos. Así que sin mucha mas novedad, desembarcamos y nos quitamos las cosas.

Esas recepciones ...

Y claro, aquí viene lo divertido: como resulta que solo hemos llevado un coche, hay que hacer el retorno hasta Navaluenga y bajarlo... así que pego una carrerita hasta el pueblo (son 5 Km de nada) y me traigo el coche. Y lo más feo del día: Dani se apretó el Bollicao que metimos en el bote estanco cuando yo no estaba, pero bueno, que le vamos a hacer, ten colegas para esto. Quitando la coña del Bollicao ... un día memorable, en el que hemos reclutado otro miembro para el Capitán Penurias Climbing Guide' Whitewater Team. Echarle un ojo al final del video para más detalles.


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03 junio 2013

IV Duatlon Cross Villa de Pinto

El poster del evento (es la cañada real de pinto!)
Pues nada, que como no tuvimos bastante con el duatlon de Getafe, pues resulta que Dani nos apuntó al IV Duatlon Cross de Pinto para ver si lo apretábamos de verdad. Yo llevo el cuerpo raro, porque no se me ocurrió otra cosa que salir el sábado a hacer un duatlón de prueba, pero en fin, allí que estábamos a pie del cañon para reventarlo. Nos acompaña Victor (el hermano de Jessi) y Bea para darnos cobertura con el tema de las fotos, ya que sin ella no tendríamos ni una. Por allí nos encontramos al gran Quini (ese si que corre de verdad, es un recio de las carreras de montaña serias) y un montón de gente dispuesto a darlo todo.

El dorsal del capitán
Así que como Dani tenía los dorsales y los chips, nos arreamos y dejamos las bicis. Calentamos un poco y vemos que se nos viene encima: 6 Km de carrera (dos vueltas al parque) 20 Km de bici de montaña (por la cañada real de pinto y caminos aledaños) y otros 3 Km de carrera (otra vuelta al parque). El día la verdad es que tiene buena pinta, pero se empieza a levantar un viento un poco raro ... en fin, a ver que tal. Calentamos haciendo unas carreritas suaves y vamos para la salida.


En la salida la verdad es que todo va guay
Así que nos ponemos a correr en cuanto dan la salida. Pin pan, y estamos trotando a 3:45 como dos demonios coloraos. Con Dani hay que tener cuidado, porque se calienta y el tío aprieta como si no hubiese un mañana, así que intentamos dosificar un poco las fuerzas (y los ritmos) para no petar como unos conejos en la primera vuelta (y doy fe que hubo unos cuantos que lo hicieron). Así que aguantando los caballos, le pegamos dos vueltas al parque como unos señores. Y eso que las lomas se notan.

Alli en el fondo se nos ve preparando la T1
Pin pan pum ... nos cambiamos las zapas y salimos con la bici a darlo todo. Bueno, a ir dando lo que quede, porque el viento sopla de verdad, aunque en la salida casi no nos pega por estar metidos en el parque. Esta vez la T1 se nos ha dado bien (no como en Getafe que palmé como el triquitraque)


Dani saliendo de la T1

De la bici poco que contar ... salimos en dirección a Valdemoro por el puente de la vía (el estrecho) para luego tomar el camino del cerro (al pluviómetro). A la altura del puente se gira a derecha para llegar a la cañada real ... y aquí es cuando nos empieza a pegar el viento de cara de verdad ... y vemos que la gente va "to loca": vaya manera de dar pedales.

El tigre de la pampa bicicletera
Lo vamos dando todo en la bici ... literalmente. El aire de cara es bastante chungo y no nos deja avanzar, pero aún así llevamos la patata a tope y Dani  tira endemoniado. Bordeamos por fuera y nos metemos por la cañada dirección al campo de tiro, y nos encontramos a uno que ha ido a buscar caracoles de cerca (el giro es bastante traicionero). Subimos el repecho y tiramos por la "trialera" para volver a conectar con la cañada real... y el viento sigue soplando...

Entrando a por la segunda  transición
Sin prisa pero sin pausa logramos llegar de nuevo al parque volviendo por el mismo puente (puente en el que casi se piña Dani, según me cuenta luego) y nos preparamos para el apocalipsis: la T2, que siempre es la que más cuesta.

Dani entrando a la segunda transición.

Sin mucho problema, nos cambiamos las zapatillas, tiramos el casco y salimos trotando para abajo (la última vuelta es en dirección opuesta a las primeras) y empezamos a experimentar lo divertido que es y lo bien que sienta a las piernas la última transición. La verdad es que no se por qué, pero las piernas se ponen de madera y cuesta infinito tirar. Yo no se si es porque soy perro viejo o que, pero saco fuerzas de flaqueza y busco mi ritmo de carrera. Dani va hecho polvo de las piernas y se va quedando, le intento esperar pero veo que si me paro a su ritmo peto, así que voy tirando y al final me descuelgo. Por el camino del dolor me encuentro a alguno que va bastante mal, y es que la loma del medio está haciendo bastante daño...

Entrando en meta. Que pintas, madre mia.

Aprieto un poco la cacha (la verdad es que voy sufriendo bastante) e intento apretar los últimos metros, porque me parece que uno de los que va delante es el chaval al que Dani esprintó en el de Getafe, pero la verdad  es que ni se si es de verdad, de como voy. Me concentro en seguir a ritmo y sin darme casi cuenta paso por la meta.

Dani terminando como un señor.

Dani entra muy poco después. Ha sufrido  bastante en la carrera, aunque como siempre pasados los primeros 500-600 metros se ha rehecho y ha estado incluso apretando. Así que otro duatlón conseguido. Hemos debido de entrar entre los 40 primeros, cosa que no está nada, pero nada mal.

El gran Quini: Recio Corredor de Carreras de Montaña.

Aprovecho para hacer unas fotos al hermano de Jessi (Victor) (NOTA: no le he puesto aquí por si no quería... si quiere le añado en un plis plas. Fue chulo porque entró con su niña corriendo. El tío es un recio, porque iba bastante tocado: le habían sacado una muela, llevaba un poco de fascitis plantar que se le complicó con tendinitis en el tendón de aquiles... en fin) y luego le hago unas fotos al gran Quini, que se apretó el duatlón como un señor, y eso que no había tocado la bici en un montón de tiempo.

Dani y el feo de rojo es Marco Pantani.

Y poco más que contar ... la organización genial: aunque empezaron un poco tarde a repartir los chips por problemas logísticos, el tema del acceso al box de las bicis estuvo muy bien y los voluntarios nos ayudaron en todo momento. El control de las bicis fue un poco así, porque no verificaron el material de seguridad a la entrada, y si que me di cuenta que hubo gente corriendo con ruedas de 29" ... lo cual supone una ventaja mecánica bastante grande. No se si eso estará permitido o no ... pero bueno.

La bolsa del corredor muy bien: camiseta, zumo, barrita, zapatero, caramelos, un bocata de jamón con refresco ... y los de Elite Bikes daban ... ¡¡ cerveza !! Alguno acabaría raro después de apretarse dos o tres vasos (pero bueno, seguro que ayuda a reponer sales).

Los tiempos: A  mi por mi crono me sale 01:20:39 en total, y el desglose pues está en la gráfica: 22:30 min corriendo la primera parte (a 03:46 min/km), 45:15 min la bici (a 26.4 Km/h de media) y el último tramo de carrera 11:00 min (con un ritmo de 03:40 min/Km. En las clasificaciones oficiales los tiempos que me dan son: 01:20:35 lo que me deja el 36 de la general, y el 21 de mi categoría Master30. Buenas sensaciones, esta vez nos ha tocado apretar. Nada, habrá que correr uno por la montaña a ver.

Datos, datos !!!