26 septiembre 2011

Adherencia Pedrizera: Zarajos in the gym

Ayer domingo subimos a la Pedriza a escalar un poco, que apetecía. Fernando quería hacer "Zarajos in the gym" una línea equipada con parabolts M-10 en el sector de la cueva de la mora, que tenía buena pinta, así que para allá que fuimos. Para ir, fuimos por la "autopista" hasta el refugio Giner, y desde allí, se sigue mas o menos a nivel hasta el rocódromo, para desde allí tirar ya para arriba a saco. Otra opción (que es la que usamos para bajar) es tirar directamente por el camino que sube desde el acceso izquierdo al refugio (según el cauce orográfico) pero es mucho más vertical (aunque se gana en distancia). Total, que mas o menos, se tarda lo mismo, pero es mejor subir por el refugio y bajar por el camino.

Fernando en la R-1 con el paso de marras en primer plano

Total, que llegamos y buscamos la via, que no tiene pérdida. Según llegas a las placas de la canal de los ratones (donde acaba el camino) tiras para la izquierda subiendo por unos bloques hasta que pasas el diedro de la cuarto menguante. Una vez que lo has pasado, sigues subiendo un poco y ya te encuentras una terracilla donde dejar las cosas y empieza la via, que tiene una fisura vertical característica, justo al lado de una chapa.

Fernando se mete el primer largo, y suda vinagre para superarlo. Es un paso atlético de verdad, con los pies y el agarre bueno muy alto. Monta un estribo y se da el paso, metiendo un friend en la fisura, y saliendo de allí ya como un señor. Después no tiene mucha pérdida, subes por unas fisuras fáciles hasta la reunión. Es cortito, unos 10 metros. Se puede empalmar con el siguiente, pero claro, el siguiente tiene turrón y decidimos hacer la reunión intermedia para templar los nervios. Subo de segundo tirando de la cinta para no palmar, recogemos y al lio, desde la R-1.

Contraluces en la última reunión.

Luis Santamaría tiene una guía de escalada de la pedriza guay, pero los grados bajos están un poco más bajos de lo que realmente son, y ya son varios escaladores con los que lo he comentado. Vamos, que fácilmente le puedes meter una letra a algunas cosas, al menos es mi impresión, ya que escalo flojo. Bueno, la cosa es que el segundo largo de 6a es un 6a recio y mantenido que no perdona hasta llegar a la reu. La cosa comienza pina y te toca ir navegando en adherencia pura de chapa en chapa buscando lo fácil. Tras pasar dos o tres chapas, llegas a la sección dura de verdad, en la que tienes que pasar un filo. Ahí la cosa yo creo sinceramente que es bastante mas de 6a, al menos esos dos pasos. Desde ahí, te pegas otro par de chapas y a la reunión del tirón, con  un pequeño trekking. Lo bueno de tener las chapas así es que escalas entre chapa y chapa, que parece una tontería, pero forja el carácter. Tras un resbalón y un poquito de miedo, llego a la reu y recupero a Fernando.

Rapelando la vía

El siguiente largo es de V pero también recio. Se lo pega Fernando sin problemas hasta llegar a la penúltima chapa, donde se le va un pie y vuela, con tan mala suerte que se da un buen raspón en el codo que le hace un agujero un poco feo, y decide bajarse a la reu. Lo descuelgo y me pego yo lo que falta, no es muy dificil, pero la salida de la última chapa a la reunión es un poco cardiaca por el aleje, aunque es fácil. Sin retrasarnos mucho, vemos que se puede hacer el techo por la derecha siguiendo el último largo de la "quinto menguante" donde están (creo) que Juanjo y Carlos dándolo todo (que buenos escaladores, si lo leéis, tengo alguna foto vuestra que merece la pena). Me comenta Diego López que el último largo está un poco lavado por las lluvias y que no tiene mucho interés, encima hay que montar la reu con tus piezas y luego toca bajar con cuidado a buscar los rápeles ... así que de eso que nos libramos.  Rapelamos, recogemos y para casa. De vuelta Fernando se pasó por urgencias y le pusieron 5 puntitos en el codo ... así que estará en dique seco por lo menos 15 días. Pero vamos, que es un recio de cuidado, porque tenía un boquete interesante y el tío no se quejó en ningún momento, siguió escalando y rapeló como un titán. Ese es el espíritu de la escalada ! 

Los gajes del oficio

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