Monte Abantos

Largo de acceso a la repisa

Aprovechando la jornada continua subimos al Escorial a probar las placas del monte Abantos. Para llegar, la cosa es un poco enrevesada: lo primero es llegar al San Lorenzo del Escorial, y luego subir hasta el monasterio. Desde allí, hay que tirar en dirección al a A-6 para llegar a la carretera del monte Abantos (una pista forestal con una barrera verde a la entrada). Hay que dejar la presa, y el centro recreativo Felipe II, a la izquierda. Subimos por la pista hasta encontrar una barandilla verde en una curva a la izquierda (casi arriba del todo) donde podemos aparcar dos-tres coches. Desde ahí, subimos por la loma de la derecha hasta las placas, sin un camino evidente pero directo. Unos 10 minutos andando cuesta arriba, más o menos.

La zona es bastante cara sur, aunque hace fresco (pero en pleno verano, da, y da bien, asi que hay que llevar bastante agua y una gorra como poco). Equipadas hay 4 vías, la primera de ellas obligada Verde Lagarto (V, M1, 55 m, 2) Son 55 metros porque son dos largos; el primero hasta una gran repisa desde donde salen el resto de las vías, y el segundo por una placa que sale IV+ como mucho, bastante divertida. Para el primer largo a lo mejor conviene llevar un C0.75, pero puede equiparse bien ya que hay muchas fisuras (hay chapas, pero el largo es bastante vertical y lo mismo ayuda un refuerzo).

Placa con agarres

Tras calentar en este primer largo, hacemos la segunda parte de la vía sin mucha trascendencia, y nos metemos en Roscou (V, M0, 29m, 3). Esta es un poco más difícil que el resto de las vias, con un par de pasos de placa interesantes. Ojo que se asegura desde el nicho del pino (hay un parabolt con anilla para que el asegurador se autoasegure ahi) que tiene unos pasos raros hasta llegar ahí. El descuelgue llega justo, así que es mejor ir atados los dos.

Mas placa fácil

El resto prueba Antigua (IV+, M0, 27m, 1) y la dan como mucho más fácil, si cabe. La zona está muy bien para dar unos pegues despreocupados, o para aprender equipando las fisurillas y las cosas que hay, a la vez que tienes las chapas para autoprotegerse. La pena es que se acaban bastante rápido las vías. Para bajar toca rápel por el primer largo, o un destrepe complicado (mejor el rápel). Cervezas en la parte de abajo del pueblo, y para casa. Una buena jornada de escalada distendida. Los números de referencia son relativos a la guía de Tino sobre escaladas en la comunidad de madrid.