El sábado subimos al Mondalindo a hacer la vía del espolón central. No se el nombre ya que no miré la guía, pero no tiene pérdida: la vía discurre por el centro de la placa, para luego subir por la fisura y termina con otro largo hasta la cima. Pero vayamos por partes.
La aproximación es fácil. Llegas a bustarviejo, y sigues la carretera hasta la pista de tierra, para dejar el coche junto a un corral de ovejas. No tiene pérdida, porque todo el rato vas viendo la pared. Para subir hay dos alternativas: una que da un rodeo por la izquierda, y otra que es subir todo recto hasta las placas. Nosotros subimos por la segunda y bajamos por la primera ... y en el fondo da un poco igual.
Una vez en el primer zócalo vemos que hay varias lineas de chapas. Elegimos la central que es la reseñada. La roca es un poco rara, en algunos casos arenosa y con lajas muy meteorizadas que hacen que la roca se desescame. Este primer largo tiene los seguros algo lejos (pero buenos, son parabolts) y da un poco de miedito. Intento dármela de primero y el coco me puede, asi que a partir de la tercera chapa, pincho.
Vistas del primer largo con la fisura al fondo
Una vez en la reunión, vemos que se puede tirar recto por la línea de parabolts, o echarse un poco a la derecha hacia la otra reunión y tirar por la fisura. Probamos la fisura, y no nos parece dura. También es verdad que más o menos la empezamos a media altura, y está protegida por un parabolt arriba. Sin mucho problema subimos y llegamos a la siguiente reunión, que es un poco incómoda para dos cordadas, por lo que yo monto una en la fisura. A todo esto, se nos queda un friend encajado y me toca descolgarme a rescatarlo.
Ana a punto de darse la fisura.
Sin mucho problema, Ana se apreta de primero el último largo, que si bien es cierto que tiene los seguros algo mas cerca, también es el más complicado y técnico con diferencia. Sin despeinarse se lo da del tirón y hace reunión. En mi turno, para variar, llego al paso clave y vuelvo a pinchar. Mal. Sin más complicaciones, llegamos a la reunión y rapelamos con dos de 60 por la derecha, para seguir por la canal hasta las mochilas.
Un muro curioso, con la roca distinta y que aunque parezca que no agarra, agarra. Habrá que volver a probar, aunque ahora en verano tiene pinta de hacer muchísimo calor (es Sur de verdad). Nosotros tuvimos mucha suerte y el tiempo acompañó. Lo que está claro es que voy a tener que pulir bastante mi técnica de placa, porque esto ya es de vergüenza.
Vistas tras regresar a las mochilas
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