Barranco de Cicera

Que bonito el cauce. Y que fría el agua. Y cuanta basura del pueblo :/

Cabe decir que nos enteramos después de que no se puede hacer el barranco. Se supone que está prohibido, pero no he encontrando en ningún sitio la referencia a la prohibición, así que vaya eso por delante, y por eso lo reseño aquí. Bueno la cosa es que como somos así de chulos, decidimos hacer el Cicera en vez de el Navedo, que es el que hacen todas las agencias. La cosa es que el parking del Navedo es muy pequeño y siempre está lleno. Y si quieres aparcar más arriba, te toca andar por la carretera un montón, y más para atrás, pues te toca palmar y ponerlo debajo de las redes de protección, y da cosilla. Así que hicimos el otro, que además tiene un pateo de una horita hasta la cabecera. Así que aunque estaba lloviendo, nos pertrechamos y tiramos para arriba.

Escalones y pozas de agua ... fría.

La aproximación no tiene pérdida: subes el camino antiguo que sube a Cicera desde la carretera del desfiladero de la Hermida (hay un buen cartel antes que te indica la ruta) y vas tirando y subiendo salvando el desnivel, justo por la margen izquierda (orográfica) del río. Cuando ya estemos casí en el pueblo (1 hora) veremos justo antes de llegar al tronco que se usa de puente, un camino de hierba a la izquierda que baja al río. Lo mejor es cambiarse aquí y bajar, porque en el cauce no hay sitio y está lleno de ortigas.

El rápel de 20 que parece de 40

Una vez cambiados comenzamos a bajar por el cauce del río y nos encontramos algunas trazas de basura del pueblo. Está claro que el mejor sitio para tirar la basura es el río, que el agua se la lleva, claro. Mejor que andar con tonterías de que si los barranquistas alteran el medio, deberían de preocuparse de la cantidad de basura y chatarra que arrojan los locales. Pero bueno, qué le vamos a hacer. Hacemos un salto pequeño que nos deja helados de frío (¿ como puede llevar el agua tan fría el barranco este ?) y nos encontramos el primer resalte, que lo monto desde un químico guarripé, y luego me doy cuenta de que la instalación buena está a la derecha.

Ana bajando

El barranco tiene exáctamente 4 rápeles. El primero es el mas chungalí, pero luego la cosa se anima y aunque técnicamente no son muy complicados, si son bonitos. El segundo se hace a una poza muy chula (en la que nadas y te quedas helado) y el tercero se hace a una especie de callejón en la que el agua rebota en la pared de enfrente y parece más de lo que es. Seguimos bajando y llegamos al 20...

Alex disfrutando del rápel con sus padres abajo.

... el 20 que parece un 40. Está aterrazado, pero la impresión que te da desde arriba es que son 40 o más, porque ves el fondo de todas las pozas. Monto la 40 en simple hasta abajo y la 30 para recuperar, y baja Fernando para asegurar a la gente desde abajo por si acaso. Baja Ana y después Alex, quien lo disfruta mucho porque el rápel es muy bonito (y este curiosamente, no escurre nada)

David lo pasa un poco peor, pero lo disfruta igual

Luego le sigue David, que lleva poco rapelando (desde el Lunes, vaya) y la altura le pilla un poco frío. Aún así el tío es un recio y se lo baja sin problemas, despacito y el solo buscando sus  apoyos con los pies. Luego baja Bea que está quedándose helada y finalmente bajo y desmonto.

Desde abajo es otra cosa, eh ?

Una vez abajo, buscamos una senda que sale a la izquierda orográfica bastante pisada, y aunque es bastante vertical, nos saca en unos 5 minutos al camino de subida. El barranco no merece la pena continuarlo, porque es una sucesión de resaltes bajos y escarpes por el lecho del río. Barranco cortito, con una aproximación en cuesta de una hora, que junto con la posible prohibición del barranco hacen que no merezca mucho la pena acercarse por aquí, la verdad. El agua MUY fría, y el tiempo no acompañó mucho, la verdad. Si teneis oportunidad, es mejor el Navedo, o alguno de por la zona, que este.

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