Subida al Almanzor

Panorámica del Circo

Aprovechando que el miércoles fue San Isildur Labrador, nos subimos Fernando y yo a darle al proyecto que tenía abierto desde hace como 1000 años, y que es subir a la cumbre del Almazor, en el circo de Gredos. Asi que pillamos la furgo, y para allá que vamos, y si, tiene razón Fernando, se tarda menos por la A6. Así que a eso de las 20:00 estamos cenando donde los platos combinados. Un sitio un poco pintoresco, pero que con un plato combinado comen dos. Ahí lo dejo. Después de cenar como unos reyes, nos subimos a dormir a la plataforma.

La plataforma de Gredos in the night

Una luna llena nos recibe en la plataforma, y nos hace disfrutar un poco menos del  cielo serrano, aun así aprovecho y hago un par de fotos... que casi ni son de larga exposición por la luz que hay. Como tampoco queremos retrasarnos mucho en irnos al sobre, a eso de las 23 estamos durmiendo, para levantarnos tempranito por la mañana.

Prado de las pozas

Así que a las 6:30 me levanto, hacemos el desayuno, y como tenemos todo hecho, empezamos a andar. Aunque la previsión es de que va a hacer calor, nos ponemos algo de ropa porque la verdad es que hace frío, y empezamos a andar sin prisa, pero tampoco sin pausa, que nos queda un caminito hasta el refugio.

Fernando en los barrerones

En los barrerones sigue haciendo un poco frío, hacemos un par de fotos, y para abajo, que queda sortear la laguna por la izquierda y llegar al refugio. Hasta allí tardamos unas 2:32. Nos quitamos ropa, porque ahí ya da el sol fino, y subimos hasta el plateau que hay justo debajo de la Araña. Nos ponemos los getres y empezamos a pisar nieve, dirección portilla bermeja.

Portilla bermeja, y almanzor a la derecha

Una vez superados un par de lomos, nos ponemos los crampones en unas piedras y tomamos la canal de la portilla del crampón (a la derecha). El sol está haciendo de las suyas, y hace mucho, mucho calor. La nieve está bastante mal, pero bueno, ahí estamos, vamos subiendo despacio y pasando mucho calor, poniendo cuidado en donde pisamos, porque está la nieve cada vez más mojada. Al final, conseguimos llegar a la portilla del crampón, y hago unas fotos a Fernando mientras sube.

Llegando a la portilla del crampón

Desde aquí, dejamos las mochilas y los crampones, ya que lo que queda es una trepada de roca sin mucho problema (ojo que algún paso andará por el III loco, si no se va fino lo mejor es subirse el arnés y la cuerda para bajar) y pasamos un nevero helado pegados a la roca para evitar peligrosas caidas a las canales oscuras.

Las canales oscuras

Sin más problemas, llegamos a la cumbre y disfrutamos de las vistas que son magníficas, además, curiosamente, no hace nada de viento, lo que nos permite disfrutar un rato y sacarnos alguna foto. Lo que está claro es que hay que volver con hielo de verdad para subir por la Norte, aunque desde aquí arriba tiene una pinta bastante amenazadora por la verticalidad.

Fernando en la antecumbre.

Y tras hacernos el "selfie" de rigor, nos ponemos a destrepar con cuidado las canales hasta llegar de nuevo a las mochilas, para comernos unas barritas y unos plátanos y disponernos a bajar de nuevo. Serían las 15:00 de la tarde, más o menos, así que nos quedan unas 3 horas de vuelta hasta la furgo..

selfie moderno en la cumbre

Y bueno, pues aquí está la parte del "susto". Baja Fernando primero sin crampones para que no se le haga zueco, pero yo me los bajo ... y nada más empezar a bajar... zasca. Zueco y canal de la portilla del crampón para abajo. Me giro, intento autodeterme con el piolet y consigo clavar la punta para hacer fuerza, pero la nieve está muy blanda y no agarra. Levanto lo que puedo el regatón, y consigo empezar a aflojar la velocidad, pero sigo bajando. Aprieto con el cuerpo para ampliar la superficie, y eso, ayudado a una bajada de la pendiente, consigo frenar. Ahí no acaba el susto, porque estoy en una posición algo inestable, y sigo bajando unos metros, pero ya consigo autodeterme, y termina el susto. Además, lo único que me llevé fue un pequeño roce en el codo. Cosa que para lo que podía haber sido... en fin, mejor no pensarlo.

Esta es la cara que se te queda cuando llegas a la furgo.

Después del susto seguimos bajando sin novedad, me quito los crampones, y un poco más allá, los getres. Llegamos al refugio y comemos algo frugal, y empezamos la subida de los barrerones, que ahora si que se hace lenta. Arriba del todo saco unas fotos a unas cabras que más que salvajes parecen de la familia (se nota que la gente las da de comer) y volvemos a bajar al prado de las pozas, ya un poco cansados. Un par de barrigazos más... y llegamos a la furgo, donde nos esperan unas cerves fresquitas y una tortilla de patatas con cebolla que nos sientan fenomenal. Guardamos las mochilas ... y para Madrid. Una buena actividad que habrá que repetir sin duda alguna al año que viene con más nieve! Más fotos en el albúm de flickr

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