23 abril 2013

Barranco de Otonel

Croquis del otonel. Sacado de ... Barranquismo.net

Después de hacer el Barranco del Nacimiento, nos quitamos rápidamente los neoprenos y nos subimos a la furgo rápidamente ya que la idea era hacer "doblete" y apretarnos el barranco del Otonel, que no queda lejos de donde estamos. Así que otra vez a la carretera... y menuda carretera nos espera...

Primer rápel. Ahora parece que llueve, ahora parece que no llueve...
Mi pobre furgo la verdad es que tiene el cielo ganado. La carretera empieza bien, pero en seguida se convierte en una mezcla de pista de rocas, pista de tierra, trozos hormigonados, pasos estrechos, derrumbes... en fin, que no está lejos, pero hacemos casi una hora en dejar la primera furgo en la salida del barranco. Nos subimos en la otra, y vamos para la entrada... que si me reía yo que la carretera estaba mal, ahí está peor. Menos mal que Dani conduce como el Dios de la Carretera y en un plis plas llegamos al comienzo del barranco. El tiempo está así como regulín regulán ... y no sabemos si llueve o no llueve... en fin, Semana Santa, ya sabéis.

El agua aparece tras el primer rápel.
El barranco comienza con un rápel muy bonito por un arco natural, una pena que no caiga el agua por aquí... pero eso se arregla pronto, porque tras pasar la poza seca, se nos pone a llover como si no hubiese un mañana. Esto no hace que se llene el barranco, pero ya nos hace apretar un poco "la cacha". Ya sabéis, la aprensión esa de las crecidas ...

Esto no es lluvia, es una cascada pulverizada.
Total, que en cinco minutos deja de llover y se pasa el susto. A partir de aquí el barranco lleva un poco de agua y se pone disfrutón, bonito y divertido. Hay un par de rápeles muy chulos que nos permiten jugar con el agua y pasar un poco de frío en las pozas haciendo fotos. La verdad es que esta parte del barranco es muy bonito y no te esperas que sea así visto desde arriba.

Jessi en uno de los rápeles canalizados
Vamos bajando y el aporte de agua cada vez se hace mayor, lo que le da un poco de alegría al barranco. Seguimos mirando las nubes de reojo, pero a pesar del viento, la cosa va bien y hasta sale el sol, que es de agradecer, porque el agua baja realmente fría.

Dani posando con todo el caño
Casi llegando al final, nos encontramos con un gran rapel en que el agua canaliza (aunque no demasiado) dejándonos un rápel muy estético y divertido. Lo pasamos bien jugando con el agua cuando bajamos, y aprovecho para hacer fotos desde abajo, que son bastante espectaculares. El problema es que el peso del agua hace corriente, y en la poza de recepción sopla el aire de verdad, y paso un frío importante.

Bea en el rapel grande
Bea y Jessi bajan a la siguiente poza evitando montar otro rápel para escapar del frío, y yo espero a Dani para bajarme rapelando y no perder más tiempo montando. Aprovecho y le saco alguna foto bastante chula, aunque el tema de las gotas siempre es un poco estorbo y hace que salgan algunas fuera de foco, pero bueno, alguna se salva.

Dani posando en el rápel como un señor
Una vez abajo, recorremos un par de rápeles en rampa y llegamos al final, en una gran poza que no queda otra que nadar o nadar. Aunque hace sol la verdad es que hace bastante frio, y lo pasamos un poco regular, pero bueno, es lo que hay cuando barranqueas, guardamos las cuerdas y nos preparamos para el retorno.

El Capitán Penurias' Climbing Guide Team, sección Barrancos. 
El retorno es muy sencillo, una vez guardadas las cuerdas en el último rápel,  salimos por la izquierda orográfica superando un pequeño talud de roca por el sendero marcado, y encontramos una especie de dique usado para fabricar el puente. Tomamos la senda que sale a derechas y atraviesa un tunel, y en 5 minutos estamos donde dejamos la furgo. En total, 2 minutos de aproximación, 5 minutos de retorno, y lo peor es la combinación de coches, que palmas bastante (como 30-45m) ya que el otro coche se deja siguiendo la carretera a Otonel, y luego bajando una pista (que si tienes auto no entra).

Aquí la liamos un poco parda con el termo de la furgo, y tras esperar en bolas como 15 minutos (algunas con el champu en la mano y todo) Bea decide que ya está bien y se ducha con agua fría. Así que vamos todos detrás, y al final palmamos de frío, teniendo un calentador de agua (luego ya vemos que hay que llenarlo ANTES de calentarlo, en fin, cosas que se aprenden).

Vista general del último rápel.
Duchíta (fría) y vuelta a por la furgo, que nos espera otro par de horas de carretera; ahora el destino es Vall D'Ebo, para reunirnos con la otra parte del equipo (Dani y David) y hacer otro par de barrancos. Un par de equivocaciones con el GPS, y una pista infernal a las tantas de la noche nos dejan en medio del monte a la luz de la luna, así que aprovechamos para cenar como los señores, que entre la empanada de Dani, la tortilla de mi madre y la tarta de Jessi, nos ponemos como el triquitraque.


El teaser hasta que monte el video completo.

El video completo

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