12 septiembre 2012

Como los lolos: fin de semana en cuenca

Vistas  por la noche

Con la excusa de que había que hacer alguna foto nocturna a las perseidas, pillamos los trastos y nos fuimos para Cuenca, en parte para hacer fotos a las dichosas estrellas fugaces, en parte a escalar. Bueno, la idea era casi todo escalar, que ya se sabe, que donde mejor que Cuenca para hacer deportiva. Lo cierto es que está cerca, se puede dormir bien, y encima estás rodeado de vias de calidad justo al lado del pueblo. El rollo que tiene es que para dormir mas o menos tranquilo te tienes que hichar a subir y bajar cuesta con la furgo, pero bueno, lo compensa el paisaje y la actividad.

Cuenca in the night

Total, que el primer día tiramos para el sector Alfar, que se supone que son las fáciles. Llegamos, aparcamos, y un calor de justicia a las 10 de la mañana no, lo siguiente. Muchísimo calor. Un poco aplatanados, tiramos para las vías en sombra y me meto para calentar en los famosos 6a de la carretera. El primer contacto con Cuenca me dejó buen sabor de boca. Es una escuela dura, de regleta pequeña, vertical ... pero mola. Agujeritos, pies finos, movimientos sutiles ... el primer 6a me lo llevo colgándome  una vez de una cinta, y el segundo lo encadeno con las cintas puestas. Muy bien, si señor. Bea sube de segunda como una señora, acostumbrándose a los agarres y mirando los pies. Muy bien.

La famosa perseida

En esto que Raúl se mete en un 6a+/6b de al lado y lo probamos. Paloma se mete y se lo aprieta como si nada. Cada vez escala mas elegante esta chica, madre mía. Llega mi turno, y as usual y por lechón, pincho en el paso de la vía, por no tener fe. Me bajo, bebo agua, descanso un poco el tobillo y le meto otro apretón, y esta vez si sale. Pero me embarco por encima de las placas y vuelvo a pinchar. No se puede escalar con tanto calor. Tanto, que recogemos y nos vamos, porque no hay forma humana de escalar nada así. Nos vamos a comer y por la tarde intentamos bañarnos, el río está verde (y nos comentan que tampoco es buena idea) así que vamos al camping ... que nos piden 5 euros por persona por bañarnos. Pasamos de bañarnos pero nos tomamos unas cocacolas hasta que se va un poco el calor, porque aquello es insoportable.

El Capitán en un 6a+ mirando la bavaresa indomable

Para terminar la tarde nos vamos a buscar otra buena vía (un 6a+) que está a la sombra. Me subo a ponerle las cintas, y los primeros movimientos son bastante finos, con alguna panza sobre regletas, movimientos raros ... sigo subiendo y no soy capaz de llegar a la reunión. Una bavaresa roma que desploma me pone en mi sitio, y tiene que subir Raúl a terminar. Paloma le mete y también sufre, y yo en el segundo pegue me bajo del mismo sitio porque no hay manera. Vaya 6a+ bizarro. Pillamos los trastos y tiramos para los V+ de un poco más abajo para terminar ya la sesión, y nos encontramos que V+ son, pero hay que pelearlos un poco. Moneamos, montamos un par de vías y lo dejamos, porque menuda paliza de escalar, sobre todo por el calor.

Paloma negociando los primeros pasos del 6a+

Ya de vuelta al sitio de dormir, nos lo encontamos lleno de gente que ha subido a ver las perseidas. Cenamos tranquilamente, sacamos los trastos, hacemos alguna que otra foto y nos reimos bastante. A dormir que el domingo hay que aprovechar para escalar un poco en el sector los Paúles, justo en el pueblo sobre el parador.

Raul en el 6c+/7a

En este sector intento montar un 6a+ que no puedo con el en la entrada, y eso que son 3 cintas. Raúl se lo pega como un señor y la deja montada. Paloma le pega y se la lleva, y yo me intento subir y me toca acerar las tres primeras cintas, porque no hay manera. Los pies los llevo ya un poco castigados, pero lo de las manos es mítico. A la que bajo me desquito con el V de fisura clásico que hay un poco mas a la izquierda, para descubrir que la reequipación es mala y la vía todavía peor, y que siempre hay que hacerla por la derecha !!.

Raúl apretando en el 6c+/7a

Raúl se mete en el 6c+/7a de la izquierda y aprovecho para hacerle algunas fotos desde arriba. Resopla, se cae, sufre, pero llega a la cadena. Un viote. Guardamos las cosas y aprovechando que estamos dentro de la ciudad, nos damos un paseo, sacamos alguna foto y nos clavan en la plaza por un platito de patatas bravas y unas cervezas; en fin nos habrán visto cara de turistas. La verdad es que Cuenca tiene el grado duro y unas vias de excelente calidad, pero hay que estar fuerte para aprovecharlo un poco. Lo que está claro es que vamos a volver, porque nos ha gustado a todos la escuela.

Las casas colgantes

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