09 septiembre 2012

El Retorno a Brazones

Como estaba patones ? asi, petado de gente.
Hacía como seis años que fui una vez a Brazones (que si, ya lo pongo bien, Patones) y no volví nunca más. No me gustó ni la roca, ni la gente, ni el no poder subirme ni a un bordillo. Al principio le echaba la culpa al "empedrao" que si las vias son para "lolos", que si los cazos cortan, que si tal, que si cual... total, que me recluí en la Pedriza, y de ahí no salia (bueno, a la Cabrera, que son primos).

El trío La-La-La (el del fondo ni idea de quien es)
No comprendía yo que la escalada no es solo arrastrar la panza por los tumbaos pedriceros ni meter cacharros por las fisuras fáciles. Y que para escalar hay que entrenar. Y entrenar de verdad, no ir a pollardear al rocódromo a hablar con la gente. Este año ha sido año de cambios y tontadas varias, y entre esos cambios (que no tontadas) Raul y Paloma se han puesto serios y han conseguido lo que parecía imposible: motivarme lo suficiente para que abandonara la Pedriza profunda, me tomara en serio el entrenamiento y empezara a usar la parte de arriba del cuerpo (los brazos fundamentalmente) a la hora de escalar. La verdad es que este post es un agradecimiento encubierto (por no parecer un flojo) a estos dos grandes amigüitos, que han conseguido que pase de odiar mucho a brazones, a odiarlo solo un poquito (y que incluso me guste).

Así se ven los 7a+ desde arriba
Bueno, flojedades a parte. La cosa es que tras seis años, tiramos para Patones. Sector de arriba (tu fijate si controlo que no me se ni los sectores, grajo free, creo que es). Bueno, llegas la parking de arriba, y bajas como 5 minutos. Está lleno de vías. Dejas unos techos tochos, sigues un poco ... y aquello estaba como el día que mataron a manolete: petado de gente. Normal, las vias son "fáciles". Lo pongo entre comillas porque son fáciles si: a) conoces la técnica. b) has entrenado. Total, que como yo ni una cosa ni la otra, la visita fue una bonita cura de humildad: que si me bajo del V, que si no puedo poner la primera cinta al 6a, que si pruebo en top-rope algo y me suben como un jamón ... en fin, una felicidad y una alegría loca.

Encadenando un 6c así como el que no quiere la cosa
Sin embargo, esta vez gracias a la paciencia infinita de Paloma que no solo me aguanta que la haga fotos chungas, sino que aguanta mis cabreos contra todo porque no se escalar, y los consejos de Raul, que dice que no, pero aprieta como un tigre, consiguen que paradójicamente, aunque no escale nada y haga el mangurrián, me vaya motivado de la visita: hay que entrenar en serio, seguir practicando lo que no sale, y no cabrearse con las cosas sino con uno mismo y desde un lado positivo, porque al final, el que no sabe escalar es uno mismo y lo mejor que se puede hacer es aprender de los fallos y mejorar. Y divertirse un poco escalando hombre, que al final vas a eso. También aproveché un poco y gracias a que Bea tiene mas paciencia que el santo Job, me estuve colgando un rato con la cámara y les hice unas cuantas fotos escalando.

Vámonos corriendo que se va a poner a llover ya

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